Aprovechando el Día de Difuntos (en España), Día de Muertos (México) o Halloween (Estados Unidos ), vamos a recurrir a la película Coco, de Pixar, para explicarte cómo conocer tus necesidades mejora tu auto-liderazgo.
Como en la película, la manera en cada una satisface sus necesidades puede hacer que permanezca con problemas, en un lugar que llamaremos Tierra de las Sombras, o cruzar el puente de regreso a ese espacio de felicidad y madurez que, siguiendo la narrativa de ‘Coco‘ llamaremos la Tierra de los Vivos.
En la década de 1940, Abraham Maslow introdujo como concepto que las personas están motivadas para satisfacer las necesidades básicas antes de desarrollar otras necesidades. Estableció una jerarquía de necesidades, conocida como la ‘Pirámide de Maslow’, según la cual, el ser humano tiene las siguientes necesidades:
La sencillez de este modelo ha permitido su recurrencia. En 9Brains lo utilizamos para explicar qué motiva a los empleados según la generación a la que pertenezcan.
Estudios posteriores han actualizado la jerarquía de necesidades de Maslow. Es el caso de la coach alemana Nadjeschda Taranzewski, en su reciente libro Conscious you: become the hero of your own story. Especializada en el desarrollo de liderazgos, hace una nueva distribución de las necesidades humanas.
Lo curioso es que no las sitúa en un orden jerárquico, sino enfrentadas unas con otras. Esta distribución ayuda más a entender cómo podemos mejorar nuestro auto-liderazgo. Por lo general, damos mayor preferencia a una necesidad en detrimento de otras.
Según Taranczewski, las necesidades humanas, el origen de todos nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos, se organizan entorno a dos ejes: cercanía – distancia y estabilidad – cambio. Hay una quinta necesidad de la que hablaremos más tarde.
De esta forma, tendríamos las siguientes cuatro necesidades:
Hay cuatro cosas que tenemos que tener en cuenta antes de seguir adelante.
Hay una conexión directa entre mis necesidades y mis miedos (monstruos). ¿Qué pasa cuándo sólo atendemos a una única necesidad?
Al enfrentarnos a nuestro monstruo, podemos adoptar soluciones equivocadas, a veces de forma inconsciente, que nos hundirán más. Crearemos más de lo que nos da miedo y seguiremos en la Tierra de las Sombras.
Si me concentro en ser amado y querido, podría parecer que me gusta agradar a las personas y que actúo de manera pegajosa o necesitada. Trato de ser todo para todos suprimiendo mi ser auténtico. Como resultado la gente se aleja de mi, porque sienten mi incongruencia y se sienten desanimados por mi necesidad.
Si insisto vehementemente en proteger mi autonomía y acuso a otros de invadirme o acosarme, los alejo haciendo demasiado demasiado en mi independencia. A cambio, tratan de atender mi atención y afecto y corren detrás de mi en el intento de obtener una respuesta emocional. Mi capacidad para moverme libremente está restringida.
Si trato de eliminar la incertidumbre o la posible pérdida de control mediante la microgestión de mi entorno, me encierro en una jaula de estructura y reglas, y desempodero a otros con fijación por los detalles y el proceso. Como resultado, experimento una constante sensación de estar abrumado, porque cuando más trato de controlar, más me doy cuenta del poco control que tengo y más otros se rebelan contra mis reglas.
Si persigo el crecimiento y la estimulación constantes porque tengo miedo de quedarme atascado, o estancado, repelo a cualquiera o a cualquier sistema que me obligue a cumplir con los acuerdos y las reglas. Mi flujo de ideas creativas que cambian incesantemente frustra a los demás y retrasa el proceso. Cuanto más me resisto, más se sienten obligados a hacerme seguir las reglas, y yo me siento restringido y sin vida.
Hay una relación dinámica con las necesidades opuestas a las nuestras. A veces, buscamos la aprobación en quien, al pedirlo, se siente acorralado. Y, buscamos controlar a quien ama lo inesperado para crecer. También sucede al revés.
Y tú, ¿dónde te ubicas en el mundo de las sombras?
Curiosamente, quien tiene una necesidad opuesta a la tuya es de quién más puedes aprender. Son tus maestros.
Piensa en lo peor que te puede pasar. Ese es tu temor. El patrón que has usado hasta ahora para cubrir la necesidad a la que das más energía tenía por objetivo tu supervivencia. Mira a esta necesidad con bondad. Te ha ayudado hasta ahora, pero te ha alejado de la Tierra de los Vivos. Es el momento de volver a casa. Te doy una buena noticia. Puedes recurrir a tus talentos, que tienen mucho que ver con tu necesidad.
En definitiva, nuestros miedos, los comportamientos erráticos que desarrollamos para no sentir nuestros miedos y nuestros dones tienen una cosa en común: la necesidad a la que más energía dedicamos. Para cruzar el puente hacia la Tierra de los Vivos tenemos que atender a las cuatro necesidades.
Cuando sabes cuáles son las necesidades que menos atiendes puedes aprender de las demás personas que sí lo hacen. Se convierten en tus maestros.
El problema es que nos aferramos a lo conocido, nuestra necesidad más habitual, y evitamos lo desconocido, las otras menos frecuentes.
Nuestra mayor oportunidad de crecimiento está justo enfrente de nosotros. ¿Cuál es tu necesidad predominante? ¿La necesidad de amor? Aprende de quienes se aman a sí mismos tratando de dejar salir su propia auto-expresión.
Si abrazamos los dones de nuestro polo opuesto y descubrimos fortalezas en nosotros que van más allá de las que conocemos, nuestras opciones en la vida aumentarán.
Nadjeschda Taranczewski
Llega el momento de hablar de la quinta necesidad, dar sentido a nuestra existencia. Por ejemplo, todas las religiones y filosofías tratan de protegernos de nuestro miedo a la inexistencia, a una vida sin repercusión.
El anhelo detrás de esta necesidad es saber que nuestra vida tiene sentido.
Para que recuerdes tu necesidad, tu talento, tu miedo y tu sombra, te regalamos estas cuatro cartas para que las puedas utilizar de recordatorio.