Aprender a dar feedback constructivo es la herramienta número uno para rehumanizar las organizaciones, y también, para que éstas aumenten su velocidad y capacidad de aprendizaje. Sin embargo, ¿por qué no lo hacemos?
Recientemente, tuve un momento aha! sobre el feedback. En una formación, tras un ejercicio, pregunté a los asistentes qué había pasado. Evidentemente, estaba en la parte de retroalimentación. Sin excepción, empezaron a contar lo que habían hecho mal y a acusarse mútuamente de ser los culpables.
Por tres veces, sin éxito, les pedí que empezaran diciendo qué habían hecho bien. Siempre volvieron a lo negativo. Esta es la razón principal por la que no sabemos hacer críticas. Nos centramos en lo malo. Igualmente, es el motivo por el que estemos a la defensiva cuando otras personas hablan de nuestro trabajo, o comportamiento.
Sin embargo, el feed-back es hoy más necesario que nunca al vivir en un mundo VUCA, en el que es preciso saber rápido qué piensan nuestros clientes, para poder satisfacer sus necesidades.
Cuando les enseñé la forma correcta de dar retroalimentación, lo describieron como una auténtica revolución en sus vidas. De manera que comparto algunas de las mejores maneras de dar feedback constructivo que conozco por si también les ayuda a mejorar sus vidas.
El feedback es, por encima de todo, un regalo. Comencemos a verlo así. Es una palabra inglesa que se suele traducir también por retroalimentación. En menor medida, por respuesta o reacción.
Podemos definirla como «la reacción, respuesta u opinión que nos da un interlocutor como retorno sobre un asunto determinado». Comúnmente, es cuando preguntamos a otra persona cómo lo hemos hecho, o qué le parece algo o alguien.
¿Por qué no nos gusta que nos den retroalimentación?
La televisión es una mala influencia. Estamos tan acostumbrados a ver las críticas despiadadas de los jurados televisivos, más interesados en escandalizar para lograr buenas audiencias que en el crecimiento de los concursantes.
Sin embargo, la retroalimentación es necesario para mejorar. Por eso es un regalo, es alimento para nuestro crecimiento.
¿Cómo nos sentimos cuando nos dicen algo malo sobre nosotros? Realmente mal. Entonces, ¿Por qué hacemos lo mismo con otras personas?
Hay una razón principal el deporte nacional es buscar culpables. Siempre buscamos un culpable al que echar las culpas para asumir que no fue nuestra responsabilidad cuando algo sale mal.
Esa actitud tiene dos consecuencias negativas:
La mejor y más simple receta para dar feed-back es comenzar por lo que se ha hecho bien. Cuando a uno le reconocen lo positivo, hay unas ganas de superarse. Te invito a que lo pruebes.
Pero, si tuviéramos que escoger una única condición para dar feed-back, ésa sería querer a la persona a la que damos nuestra opinión: querer su bien, querer su crecimiento, querer su evolución. Por eso dije anteriormente que es un regalo. El buen feedback busca que la persona crezca y lo haga mejor en el futuro.
Cuando se quiere a la persona, la persona quiere estar a la altura
Gilles Charest
Sin embargo, ocurre todo lo contrario. Damos nuestra opinión para empequeñecer al otro. La criticamos para sentirnos superiores a ella, no para que mejore. No la estamos queriendo.
Por último quiero referirme a otro gran peligro con dar retroalimentación a las personas. Hay una ligera línea que separa el feed-back y la falta de respeto. Estamos faltando el respeto a la persona a la que damos feed-back cuando:
La buena noticia es que cada hay varias fórmulas para dar feedback constructivo y, afortunadamente, cada vez son más conocidas. Cada una de las tecnologías de reunión tiene su propia forma de dar una buena retroalimentación.
Según Pilar Jericó, hay 10 aspectos que son importantes para dar un buen feed-back:
Mark Rosenberg nos regaló una forma de hablar asertiva, que respeta a las otras personas y nos respeta a nosotros mismos: la Comunicación No Violenta. Muchas de los consejos de Pilar Jericó se basan en la la CNV.
La Comunicación No Violenta es una forma de comunicarnos que cuida y nos cuida. Se basa en cuatro pasos:
Podemos usar esta estructura de la Comunicación No Violenta para dar feed-back en grupos a una persona. Sigue, al hablar, estos tres simples pasos:
Las metodologías ágiles han llegado para quedarse. Favorecen una respuesta continua a los cambios, gracias a la entrega temprana e incremental de valor a los clientes. Al final de cada ciclo corto de trabajo, hay una ceremonia para mejorar la forma de trabajar y el clima en los equipos, la retrospectiva.
La retrospectiva parte de una filosofía simple: examinar nuestros procesos para mejorar siempre. Una mejora que se hace en pequeños pasos, porque siempre hay una pequeña mejora.
Para que una retrospectiva sea exitosa, tienen que estar presentes algunos principios. Cuando alguno desaparece, la retro pierde su utilidad.
Un elemento que ayuda a crear el clima de confianza es recordar la llamada primera directiva, de Norm Kerth, y que enmarca la mejor predisposición para abordar una retrospectiva por parte de un equipo.
Las retros constan de cinco pasos que se asemejan a una sesión de coaching grupal. Son éstos:
Lo primero, es crear un clima de confianza en el que la gente se sienta segura o, simplemente, se centre en el trabajo que se va a realizar entre todo el equipo. Para armar el escenario es muy útil una dinámica que sierva para romper el hielo.
Además, sirve para fijar el foco de la retrospectiva, compartir la agenda de la reunión, establecer o modificar los acuerdos de trabajo o equipo. Es muy importante que, en esta fase, participen todas y cada una de las personas en la retrospectiva. Por eso, las dinámicas tienen que buscar que la gente se exprese.
En esta segunda fase, queremos recopilar datos sobre lo que pasó en el último sprint. Nos interesan los hechos de lo que pasó, más que las opiniones. Se trata de generar conocimiento sobre la situación.
Esta es la fase nuclear de la retrospectiva. Se trata de profundizar hasta conocer las verdaderas causas de lo que pasó. Estamos muy acostumbrados a corregir síntomas, y se trata de ver si lo que ocurrió es síntoma o el origen del problema. Es llegar hasta el núcleo del problema para saber qué hacer.
En esta cuarta fase, se trata de buscar soluciones al problema con acciones concretas. Las acciones son específicas, tienen que ser ejecutadas, asignarse a una persona sintonizadora o responsable de cumplirla, y un plazo para revisar su evolución. Una fórmula para encontrar buenas acciones es proponer más de cinco. Las primeras suelen ser las típicas. A partir de la quinta, surgen las ideas realmente importantes.
El cierre es algo así como la retrospectiva de la retrospectiva. A veces, con una palabra es suficiente. Se trata de ver si la reunión fue efectiva o hubo gente que no estuvo contenta.
Si quieres saber más sobre las retrospectivas agile, te proponemos tres lugares de consulta obligada:
Otro facto de éxito del feed-back, sobre todo en colectivos, es la oportunidad de la pregunta que formulamos. La Indagación Apreciativa se basa en la creación de preguntas generativas, que pueden generar ideas creativas que impulsen un cambio adecuado. Son preguntas que facilitan la motivación, la cooperación y la cocreación de una realidad mayor.
Por ejemplo, preguntas generativas serían ¿qué podemos hacer que pueda ayudarnos a cambiar esta situación? ¿qué posibilidades tenemos en las que todavía no hemos pensado? ¿cuál es el menor cambio que pude causar el mayor impacto? ¿qué solución nos beneficiará a los dos? ¿qué podemos hacer para que, cuando se vayan, nuestros trabajadores sean mejores personas?
Las preguntas, de esta forma, nos movilizan hacia lo que queremos. Para hacer preguntas generativas, tienen que tener estas características:
(Si quieres saber más sobre Indagación Apreciativa, lo mejor en castellano es el libro de Miriam Subirana Indagación Apreciativa. Aunque la verdadera joya sobre IA es Apreciative Inquiry Handbook for Leaders of Change).
Si alguna nueva forma de trabajo incluye la retoroalimentación de serie, esa es la Sociocracia. Hay un protocolo especial para dar feedback a los roles. Es el siguiente:
Esta es una herramienta para qué un grupo de personas dé retroalimentación a uno de los integrantes. Es una práctica que está recomendada, por ejemplo, para los Mastermind, los encuentros periódicos entre profesionales para comentar aspectos de su trabajo o su vida. Consta de los siguiente siete pasos:
Descargar PDF Círculo de coaching. A esta técnica también se le llama el Coaching entre iguales o Peer Coaching.
Existen otras fórmulas para saber la respuesta de las personas. Aquí tienes una lista de las más importantes.
Si conoces otras maneras de dar feed-back, te invito a ponerla en los comentarios. ¡Así aprenderemos juntos!