¿Por qué molan los Mapas Wardley?

28 de marzo de 2022 4 mins to read
Share
Publicado el 28 de marzo de 2022 en la Newsletter #4 'Liderazgo Colaborativo'.

Uno de los aprendizajes de la invasión de Ucrania es la importancia de los mapas para informarse y tomar decisiones. Se atribuye parte del éxito de Winston Churchil en la Segunda Guerra Mundial a que tuviera una sala de mapas (Map Room) junto a su despacho.

Sin embargo, ¿por qué no existen mapas para dirigir las empresas y organizaciones? Esa es la que pregunta que se formuló Simon Wardley cuando le nombraron CEO de una compañía. Todos los DAFOs y cuadrículas 2 por 2 de los consultores no le ayudaban a la hora de tomar decisiones.

Así que decidió crearlos.

Los mapas Wardley se basan en un ciclo de estrategia que consiste en entender el contexto (los llama patrones climáticos porque, como la lluvia, no podemos hacer nada para impedirla pero sí prevenirnos y llevar un paraguas), conocer lo que ya estamos haciendo (doctrinas) y qué podemos hacer (libro de jugadas). Sólo entonces, podemos tomar una decisión con verdadero conocimiento de sus implicaciones.

Cuando leí uno por uno los 30 patrones climáticos, aprendí mucho más sobre cómo funciona el actual panorama digital que leyendo muchos libros de expertos. Eran píldoras de sabiduría, sencillas pero, a la vez, tremendamente profundas. Desde entonces, estoy profundamente enamorado de los mapas Wardley, porque son una incomparable herramienta para analizar lo que está pasando. Además, crean un lenguaje común para que empecemos a hablar de lo mismo y enfocar las conversaciones.

¿Cuáles son esos patrones climáticos?

A continuación repasaré algunos rápidamente.

Todos los productos y servicios que conocemos evolucionan. Evolucionan desde una idea hasta su máxima automatización. Y, lo hacen pasando por cuatro etapas: génesis, desarrollo a medida, producto y servicio básico. Como en este mapa.

 

Según donde se encuentren los productos/servicios de tu empresa, podrás estar “de maravilla”, “en paz” o peleando por sobrevivir. No todo es malo si ya compites con un producto básico. Lo positivo de las guerras es que provocan que las organizaciones evolucionen.

Sigamos con más patrones. Las características no serán siempre las mismas. Cambian a medida que evolucionan. Cada una de las cuatro etapas requiere un tipo diferente de métodos y mentalidades. Las personas creativas son mejores para los productos en “fase inicial” y los organizadores, en la fase de servicio básico. Wardley habla de pioneros, colonos y urbanizadores.

Así que una metodología única para toda la empresa no sirve.

Los mapas Wardley arrojan luz, sobre todo, en aspectos sobre los que hay muchas creencias falsas, como que los robots nos van a quitar el trabajo. Hay un patrón climático que explica que, cuando un “componente” de un producto o servicio se automatiza, permite que se puedan crear otros de orden superior, que aportan nuevas formas de valor. En otras palabras, se acabarán los trabajos como actualmente los conocemos, pero surgirán otros nuevos que crean más valor. Mira este ejemplo.

 

Me ayuda especialmente conocer en qué punto de evolución está un producto/servicio. Cuando está en fase “producto”, incorporarlo simplemente te hace no quedarte atrás. Como decía la Reina Roja, en Alicia en el país de las maravillas. Pero, no te hace diferencial.

También hay patrones relacionados con el dinero. Por ejemplo, el dinero siempre va a las nuevas áreas de valor. Huye de lo ya automatizado hacia lo que está emergiendo, donde hay mayor margen.

Si quieres conocer más sobre los Mapas Wardley, te puedes leer todo lo que compartió Simon Wardley.

Leave a comment

Your email address will not be published. Los campos obligatorios están marcados con *