En este capítulo, vamos a ver cómo el valor de la web3 está en la fuerza de su comunidad. La creación de comunidades es una tendencia que se va a extender al resto de negocios, implantando el «Go-to-Community», tras comprobarse que tener una comunidad detrás es una ventaja competitiva.
También se está consolidando una nueva profesión, la de community builder, que originalmente apareció en colivings y cohousings, y ahora también se incluye en las comunidades virtuales y las organizaciones autónomas descentralizadas.
En el mundo post-covid buscaremos mejorar la gestión de la complejidad y agruparnos en torno a comunidades con cuyo propósito nos identifiquemos. Las viejas estructuras no han funcionado y las personas han comprendido que nos toca resolver nuestros problemas con personas afines.
Lo grupal ha venido para quedarse. He aquí algunas de las razones:
Todo empezó con las startups. Sus dos principales opciones para encontrar financiación eran salir a los mercados por capital o acabar vendiéndose a un competidor. Ese es el signo de la llamada web2, en donde las mejores innovaciones acaban en manos de una de las grandes tecnológicas que, gracias a su enorme poder económico, pueden comprar cualquier tecnología alternativa que despunte.
Trebor Scholz planteó una tercera alternativa, salir a la comunidad, que permite que esas innovaciones tecnológicas puedan madurar sin caer en las garras de las tecnológicas. Estamos hablando de compartir lo que se ha creado con las personas que más lo valoran, una comunidad de usuarios que financien esa tecnología cuando es poco más que un prototipo.
Empresas como E2C fueron pioneras en adoptar esta tercera fórmula, que permite que el negocio pase de ser propiedad de los inversores a ser propiedad de las personas que más dependen de ella.
Y esa es la filosofía de fondo de la web3 que, más allá de una capa de tecnología basada en blockchain, es todo un nuevo modelo de economía, que permite «tokenizar» el trabajo y a los creadores.
Las comunidades facilitan la aparición de las «microeconomías» en las que se convertirá esta economía de los tokens, según el término acuñado por @Cooopahtroopa.
Otro factor a favor de las comunidades es la teoría de ‘Los 1000 fans verdaderos‘, que enunció en 2008 Kevin Kelly para advertir de un cambio en el objetivo de los creadores.
Si anteriormente, en la mentalidad de los medios de comunicación, se perseguía convertirte en un blockbuster, en el más leído y el más vendido, Internet estaba acabando con esa visión del mundo. Las grandes audiencias, sobre todo en las redes sociales, no se traducen en monetización. El modelo ‘influencer’ no funciona.
Para un creador es mucho mejor tener un grupo reducido de 1000 fans fieles que miles de seguidores que no compran tus productos. Un verdadero fan es quien comprará cualquier cosa que produzcas.
Para vivir de la Creator Economy, es mejor dirigirte a tus fans y crear productos que ellos compren.
Algunas empresas, como Salesforce o Harley Davidson, han construido comunidades de clientes alrededor de sus productos, de los que se sienten orgullosos.
Según publicaron Jeffrey bussgang y Jono tocino en la Harvard Business Review, apostar por una comunidad de clientes tiene algunas ventajas competitivas:
Tener una comunidad detrás de tus productos es rentable económicamente.
Algunas de las startups más exitosas de los últimos años, como Clubhouse, TikTok, Stack Overflow, crecieron gracias a la crear una comunidad primero. Ahora, es el modelo de negocio de referencia entre las startups.
Una comunidad permite resolver rápidamente muchas de las grandes preguntas que surgen al crear un negocio:
En definitiva, una comunidad ayuda a desarrollar el producto.
Aunque se suele decir que el valor de los NFTs viene por su condición de tokens no fungibles, piezas exclusivas que no tienen réplica, realmente viene de su demanda. Contar con una comunidad alrededor de un NFT aumentará su demanda y, por tanto, su valor.
@Cooopahtropa cree que el verdadero valor de un NFT estará en la fuerza de su comunidad: «La comunidad está motivada por valores intrínsecos como el estatus social y valores extrínsecos como el futuro positivo».
La tracción de una comunidad hacia los NFTs acaba por aumentar su valor.
Todas estas razones evidencian que tener una empresa impulsada por una comunidad es realmente una ventaja competitiva.
Patrick Woods ha creado el término Go-to-community para explicar la necesidad de tener «una estrategia de acceso a la comunidad, es decir, tener una relación proactiva para crear relaciones de suma positiva con sus clientes.
Hasta ahora, crear una comunidad era un paso más en ese viaje de lanzar un producto al mercado: segmentar, fijar precios, packaging, distribución.
Ahora se va un paso más allá. Crear una comunidad es en sí misma una estrategia empresarial. De hecho, la más importante.
Woods propone que a las comunidades se las mida por unas métricas propias, como el crecimiento y la retención, más que las de vanidad propias del marketing.
Crecimiento liderado por producto | Crecimiento liderado por una comunidad |
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El producto el impulsa todo el funnel de ventas, para que los usuarios lo encuentren, adopten y utilicen. | La realidad es que en el proceso de compra, un usuario siempre está buscando los consejos de personas de las que se fía. |
Hay muchos productos que se parecen y el cliente se deja aconsejar por el vendedor | Antes de la compra, el usuario ha investigado y preguntado a amigos. Se fía de su propia decisión. |
Los clientes ven resuelta una necesidad a cambio de su dinero, en una relación transaccional. | Los clientes forman parte de un movimiento aspiracional. Comienza una relación «simbiótica» con los otros clientes. |
Se hace marketing de contenidos para captar potenciales clientes. | Los fieles comparten contenido sobre las mejores prácticas. La empresa les recompensa por ello. |
Las dudas de los clientes son resueltas con retraso y por una máquina. | Las dudas de los clientes son resueltas en tiempo real por otros usuarios fieles. |
Aprendemos de los clientes cabreados que llaman a Atención al cliente, o los que les regalamos algo para que rellenen nuestras encuestas. | Nos proporcionan información sobre qué mejorar y lo que de verdad quieren los clientes, dando info útil a Producto, MKT y Ventas. |
El Go-to-community es una estrategia a largo plazo y los resultados no son inmediatos. Y ha sido considerado el nuevo «Lean startup».
Si crear una estrategia de acceso a la comunidad es una tarea por sí misma relevante, lo suyo es que la realicen personas especializadas y no dependientes de otros departamentos.
El empuje de la las comunidades virtuales ha dado nuevos bríos al rol de community builder, como administrador de una comunidad, que ya existía en colivings o coworkings.
Las principales DAOs están contratando personas para cumplir este papel profesional.
Su papel fundamental es el de ser un «jardinero» del ecosistema: motivar y conectar a los integrantes para crear una comunidad de intereses compartidos.
Si crees que convertirte en un Community Builder puede ser una buena opción profesional para ti, te recomendamos algunos de los libros que se han publicado en el mercado:
¿Qué hace exactamente un Community Builder? Carrie Melissa Jones y Charles Vogl han acotado sus funciones:
Las herramientas con las que cuenta un CB para ello son los incentivos, las recompensas y los reconocimientos.
Algunos community builders están compartiendo sus experiencias en la red. Por ejemplo, te recomendamos los casos de éxito de Instagram, Reddit y, en español, la Newsletter que envía María Sajim, la community builder de Sin Oficina.
Lo primero es encontrar la razón para crear la comunidad y lo segundo encontrar la razón para que vuelvan. Ritika Mehta lo resume en cuatro preguntas:
💯 (Si eres el fundador de una startup y quieres crear una comunidad alrededor de tu producto, un imprescindible es ‘A founder’s guide to community‘).
Hay varios tipos de comunidades, según lo que motiva a sus integrantes:
Corinne Marie Riley apunta cuatro tipos de jugadas para que una comunidad crezca:
Por su parte, David Sprinks en ‘El negocio de la pertenencia‘ apunta a cuatro factores que contribuyen al sentido de comunidad: