¿Cómo un país pobre, feudal y agrícola pasó a convertirse en el referente mundial de los mejores estándares de bienestar y felicidad? El secreto danés reside en una palabra alemana, Bildung, cuya traducción literal no existe en inglés y que viene a significar educación y desarrollo moral y emocional.
Lene Rachel Andersen ha descrito esta transición danesa en varios libros y ha creado una organización, Nordic Bildung, para darla a conocer.
El concepto parte de aplicar las teorías sobre el ser humano del filósofo alemán Friedrich Schiller (1759-1805), quién advirtió de la existencia de tres tipos de personas y que éstas pueden transformarse de un tipo a otro:
# En primer lugar está la persona física, emocional, que está en medio de sus emociones, que no puede trascender. Por lo tanto, no es libre. Para hacerlo necesita una belleza relajante, “una estética que pueda alinear nuestras emociones con las normas de la sociedad”. Cuando esto sucede, se transforma en el segundo tipo.
# La persona de razón o racional se ha alineado con la ‘racionalidad’ y las normas morales de la sociedad y ha hecho suyas las normas. Sin embargo, esta persona no puede trascender esas normas y expectativas. Por lo tanto, tampoco es libre. Para trascender las normas, se necesita una belleza vigorizante, una estética que pueda sacudirnos y despertarnos, y hacernos sentir nuestras emociones nuevamente, que nos permita trascender las expectativas de los demás y convertirnos en el tercer tipo.
# La persona libre y moral puede sentir tanto sus propias emociones como lo que está bien y lo que está mal según la moralidad, porque esta persona ha trascendido sus propias emociones y las expectativas de los demás. Ahora puede pensar por sí misma y, por lo tanto, es libre.
Esta filosofía se aplicó en el desarrollo de la identidad cultural danesa, folk-bildung, y desde mediados del siglo XIX en escuelas populares para educar a la juventud rural.
El secreto danés es una escuela secundaria popular, que agudiza el pensamiento de unos jóvenes que se convierten en ciudadanos conscientes, con una brújula moral, la necesidad de mantener estándares altos y el conocimiento y las habilidades para hacerlo.
Bildung es todo el proceso en el que una persona se cultiva transformándose a sí misma. No se trata de buscar una profesión o reconocimiento, sino de una auto-elección de pautas como individuo.
El bildung nos lleva a superar nuestra ignorancia, nuestros prejuicios y nuestra intolerancia. Nos saca de la prisión mental en la que nos han metido nuestras rutinas e ideas preconcebidas, según escribe Peter Gardenforms. A veces lo hace mediante historias literarias, otras mediante una conciencia de la historia o la práctica de cualquiera de las artes.
El bildung otorga libertad interior a la persona y lo protege de “las falsas nociones de su imaginación” y de los “charlatanes”.
En definitiva, los educados se vuelven autónomos, dándose a sí mismos reglas para vivir y asumiendo la responsabilidad de lo que eligen. Es un proceso de esfuerzo y compromiso, de por vida.
Gardenforms sentencia que quien practica el bildung se entrega a la lectura de textos incómodos que le desafían, rompe el monopolio del conocimiento de la clase alta y se vuelve menos susceptible a la manipulación por parte de los superiores.
Ahora, busca las diferencias con esa falsa educación que solo encubre adoctrinamientos.
Publicado el 18 de julio de 2022 en la Newsletter #20 de ‘Liderazgo Colaborativo‘.