Uno de los marcos de trabajo que mejor permite que los equipos se auto-organicen de manera eficiente es la Sociocracia, que literalmente significa «el Gobierno de los Socios». Su propósito es resolver los problemas de fondo que presenta en la actualidad el sistema democrático, creando espacios de seguridad y confianza en los que todas las personas se sientan involucradas en las decisiones que se adoptan.
Antes de empezar, quiero que compruebes si la Sociocracia es para ti. No se trata de una moda, ni otra certificación más. Implica todo un cambio de mentalidad. Así que aquí tienes 10 razones por las que la Sociocracia te interesa:
#1 Quiero achantar las jerarquías de poder / Busco metodologías par horizontalizar las organizaciones
#2 Busco métodos de gobernanza para recuperar el poder y acercar la toma de decisión
#3 Me interesa otra visión sobre cómo organizarnos
#4 Estoy cansado de la falta de democracia en las organizaciones
#5 Demando formas de gestión participativas
#6 Tengo mucho interés en el nuevo paradigma para tener organizaciones más conscientes y aumentar la capacidad de colaboración
#7 Quiero abrirme a un nuevo mundo de posibilidades en las organizaciones
#8 Tengo ganas de experimentar algo distinto
#9 Me apetece trabajar divertido con las personas con las que resueno
#10 Quiero mejorar para auto-organizarnos de una manera diferente
En cualquier organización, las personas que trabajan son expertos en su propio trabajo. Saben mejor lo que podría contribuir a mejorar su trabajo y saben qué obstáculos les impiden contribuir de la mejor manera posible. Tener acceso a toda la información contribuye al éxito de una organización. ¿Por qué la gente retiene esa sabiduría? El liderazgo autoritario, de arriba abajo, impide que emerja el conocimiento a toda la organización. Sin embargo, usar todo el potencial contribuye al éxito de las organizaciones en el siglo XXI.
La revolución digital ha acelerado tanto los avances que las habituales estructuras jerárquicas de las organizaciones, rígidas e inflexibles, impiden reaccionar a tiempo a los cambios de un mundo complejo. La mejor solución es competir con un nuevo tipo de organización, con reglas igualitarias, que sea capaz de gestionar el cambio y desarrollarse en él.
La Sociocracia consigue que las organizaciones se adapten mejor a los cambios de tres maneras:
El término Sociocracia fue acuñado por primera vez en 1850 por el filósofo francés Augusto Comte, el considerado padre de la Sociología. También es el fundador del llamado Positivismo, un pensamiento científico que afirma que el conocimiento auténtico es el conocimiento científico y que tal conocimiento puede surgir de la afirmación de las hipótesis a través del método científico. Por su parte, entiende la Sociología como una nueva ciencia para encontrar solución a los problemas sociales usando el razonamiento y el análisis.
Para él, la Sociocracia es un sistema social en el que los miembros deciden su gobernanza.
Basada en sus ideas, el holandés Kees Boeke fundó una escuela en Holanda (Werkplaats) con los principios y prácticas de los quakeros, la Sociedad de los Amigos de Estados Unidos. La peculiaridad de esta escuela es que las decisiones se tomaban entre educadores y alumnos, a los que se consideraba como adultos.
Esta escuela se basaba en las 3 reglas de los quakeros:
Uno de los alumnos de esta escuela, Gerard Endenburg trató de llevar en 1970 estas mismas prácticas a la empresa familiar, que siempre había sido un laboratorio de nuevas ideas sobre gestión. Endenburg entendió que la Sociocracia tenía que proteger los intereses de “todos” los departamentos involucrados, incluyendo inversores, y garantizar el alcance de los objetivos de la empresa a través de la confianza de los empleados. Creó el “Método Sociocrático de Organización Circular” (SCM), basado en las cuatro reglas sociocráticas.
Veinte años más tarde, ese método ayudaría a influenciar la aprobación de una nueva ley en los Países Bajos, donde las organizaciones regidas mediante Sociocracia pasarían a no estar obligadas a tener un Consejo de Trabajadores, el equivalente a nuestros sindicatos.
Evaluaciones formales demostraron que esas organizaciones experimentaron crecimientos a nivel de innovación y productividad de entre un 30 y un 40%, una reducción de la tasa de absentismo por enfermedad y una implicación aumentada de los trabajadores en la parte organizativa. Los trabajadores y los gestores valoran positivamente vivir y trabajar en organizaciones sociocráticas porque les resultan más simples y sencillas las cuestiones de gestión y parecen tener una capacidad excepcional de innovar, de regenerarse y de reaccionar a los imprevistos del mercado.
El método de Endenburg se expandió por el mundo a comienzos del siglo XX por medio de sus primeros divulgadores:
El sistema de gobernanza y toma de decisiones para crear organizaciones armoniosas inventado por Endenburg, se basa en 3 principios: Equidad, transparencia y eficacia.
Para que las decisiones se tomaran de forma equitativa, se inspiró en el consenso cuáquero para la toma de decisiones basado en el consentimiento. El consentimiento busca satisfacer las necesidades de todos más que las decisiones se adopten por mayoría. El consentimiento busca, en primer lugar, una escucha profunda de las verdaderas necesidades de todos y acoger perspectivas diferentes. De manera que no se busca que un argumento se imponga a otro, sino que todos puedan convivir. Una herramienta para esto es escuchar la inteligencia colectiva.
Pero para poder tomar decisiones entre todas, es necesario que haya transparencia, que la información fluya y que no sea una forma de poder. Tiene que ser accesible. Para lograr esto, Endendurg se fija en la naturaleza y el funcionamiento de los sistemas biológicos, con 3 leyes naturales:
Llevado a las organizaciones, plantea tener estructuras orgánicas con círculos semi-autónomos con propósitos específicos, como si fueran las células de un organismo. La comunicación se realiza mediante dobles enlaces. En la Naturaleza, el agua cae por las nubes en forma de lluvia o nieve y vuelve al cielo mediante el fenómeno de la evaporación. Igualmente, la electricidad circula en dos circuitos paralelos.
La tercera fuente de inspiración es la cibernética, que, a través de una retroalimentación permanente, es capaz de adaptarse a lo que sucede en cada momento, con un mejoramiento continuo y permitiendo su autocontrol.
La aplicación de la Sociocracia es mucho más sencilla de lo que parece. Se basa en lo que se denominan «las cuatro reglas sociocráticas».
En un círculo no hay posiciones de privilegio. Todos los integrantes son iguales y tienen un mismo objetivo. Cada círculo tiene su propia misión, de forma que deja de existir cuando se cumple ese objetivo.
Como los órganos del cuerpo, cada círculo es semi-autónomo, porque está en relación con otros círculos de una organización; es auto-organizado y tiene total autogobierno, esto es, son sus componentes los que toman las decisiones políticas que guían sus propias operaciones diarias.
Como asegura en el libro The Decision Maker el empresario Dennis Bakke, quien ha implantado este sistema en todas sus organizaciones, la mejor forma de desarrollar a las personas es permitir que tomen decisiones.
“Cuando los líderes ponen el control en las manos de su gente, a todos los niveles, estalla un potencial incalculable”.
Los círculos se conectan a través de un doble enlace. En las organizaciones tradicionales, la información y las decisiones se toman en un solo sentido: de arriba abajo. En muchas ocasiones, las directrices que el principal responsable quiere trasladar al conjunto de la organización no llegan a todos porque los mandos intermedios la administran a voluntad como signo de poder.
La Sociocracia imita a la naturaleza. La sangre limpia circula desde el corazón a todas los órganos y extremidades y regresa por un conducto diferente. Igualmente, en la naturaleza, el agua de las nubes llega a la tierra en forma de lluvia y regresa a las nubes a través de la evaporación, formando un doble cerrado.
La forma de garantizar que la información y las decisiones fluyen en una organización es a través del doble enlace. En cada círculo, está el habitual “jefe” y se elige un representante para que acompañe a éste en las reuniones del círculo superior. De esta forma, se garantiza que toda la información llega a los círculos inferiores sin que los “jefes” la retengan. Si una persona en la base tiene una solución, la puede proponer en su círculo y elevarse hasta arriba.
Sociocracia significa “gobierno de los socios” y lleva la democracia a las organizaciones. Literalmente, ocurre así. Si puedes votar para elegir a tu presidente del Gobierno, ¿por qué no puedes votar a tu jefe? En Sociocracia, las personas eligen quién les representa. Las decisiones políticas se someten a votación. El doble enlace, lo hace realidad.
Pero, a diferencia, de las democracias, las decisiones no se toman por consenso o por mayoría, sino por consentimiento. Lo habitual en los consensos es que alguna persona ejerza de minoría de bloqueo, es decir, aproveche su posición para impedir los consensos. También suele ocurrir que la gente se opone a los cambios porque suponen un cambio en su status quo.
La Sociocracia supera esta circunstancia con la decisión por consentimiento. La gente no dice si está de acuerdo, sino si la puede aceptar o no. Se busca el «ambos y más». Cuando alguien se opone es porque tiene una objeción a la propuesta. Las objeciones tienen que ser razonadas y presentar una alternativa. Se entienden como un regalo porque mejoran las propuestas.
Además, una preocupación nunca impide que una propuesta salga adelante; simplemente, se escucha y se tiene en cuenta.
Otro problema habitual que evita el avance de las organizaciones es la identificación de las personas con su puesto: “Yo soy mi puesto”. Como vimos al hablar de la pirámide de niveles lógicos, lo que uno hace, su tarea, no es su identidad. En el círculo, se describe la tarea a realizar y entre todos eligen por consentimiento la persona que mejor puede hacer esa tarea. Después de escogerla, por un tiempo limitado, que también se acuerda, esa persona tiene plena libertad para hacer la tarea como considere. Se la ha elegido por ser la mejor para hacerla. Al acabar el periodo, se revisa si esa persona ha cumplido con el objetivo con el que se le encomendó la tarea.
Una pregunta frecuente es la diferencia entre las diferentes versiones y evoluciones de la Sociocracia. Para explicarlo usaré la comparación con la paella. Para algunos ortodoxos, sólo es paella si sigue la forma de cocinarse típica de Valencia, de donde es originaria. Es como entienden la Sociocracia en TSG.
Pero, en los supermercados, podemos comprar, a muy alto precio, bandejas preparadas con todos los ingredientes y con sus propias instrucciones de cocinado. Es la fórmula registrada de la Holacracia.
La Sociocracia 3.0 ha separado todos los ingredientes de la paella y propone que tomemos aquellos que necesitamos. La duda es si el resultado será realmente una paella.
Por último, están los que siguen la receta original de la paella, pero son flexibles sobre sus ingredientes. Es la visión de Sociocracy for all (la versión castellana es Sociocracia práctica).
La organización TSG España es la representante del método SCM en lengua castellana. Se ha configurado recientemente y depende de la tutela de Gilles Charest. La empresa TSG Group es la heredera directa del Metodo Sociocrático de Organización Circular de Gerard Endenburg.
La visión de la empresa de TSG sigue siendo muy jerárquica y vertical y no han incorporado las nuevas formas de estructuras organizativas que se están implantando en el mundo empresarial, como todo el movimiento Agile.
Brian Robertson creó la Holacracia a partir de la Sociocracia, a la que ya no cita, por cierto, y la sumó otras disciplinas como Get Things Done, basado en el libro de David Allen.
Se trata de una disciplina completamente registrada, por lo que su uso implica el pago de los derechos de autor, tanto para su formación como para su uso. Para mirar precios de licencias, te recomiendo una visita a la página web de Holacracy One.
Se trata de una guía basada en el control. Robertson describió todos los procedimientos en una empresa y registró los pasos a seguir en cada uno de ellos. De manera que todas las situaciones son más o menos predecibles, a diferencia de la Sociocracia, que da mayor margen a la creatividad o la inteligencia colectiva de las organizaciones.
La Holacracia es más famosa que la Sociocracia por las habilidades comerciales y divulgativas de Robertson, que logró que una de las empresas más novedosas de comercio electrónico, Zappos.com, la utilizara. Además, Frederic Laloux, la cita como caso de éxito del pensamiento teal.
El británico James Priest creó en 2015 otra variante, la Sociocracia 3.0, que trata de adaptar la Sociocracia al Manifiesto Agile. A diferencia de Robertson, Priest reconoce que evoluciona desde la Sociocracia de Endenburg. Además, es un movimiento Creative Commons: comparten todo lo que hacen con la condición de que se les cite. Últimamente están cambiando su idea inicial de mantener el espíritu libre y han apostado por un sistema de certificaciones para quienes quieran formar a otros sobre S3.
Mientras que la Sociocracia y la Holacracia son sistemas completos (una metodología), la S3 se autodefine como una caja de herramientas (un marco de trabajo o framework). John Buck suele decir que la Sociocracia es una bicicleta que necesita de todas sus partes para funcionar. Priest predica que se puedan utilizar individualmente cada uno de los patrones de la S3, equiparándola a otros frameworks con gran aceptación por el movimiento Agile, como Liberando estructuras.
El gran acierto de la Sociocracia 3.0 es haber entendido muy bien las necesidades del público al que se dirige: la creciente comunidad Agile. Éstos buscan herramientas que experimentar e incorporar sus prácticas, si les funcionan. En cierto modo, es Sociocracia a la carta. Para quienes buscan un modelo de gobernanza completo para una comunidad, no tiene sentido alguno.
La Sociocracia y Holacracia consideran que todas las organizaciones, y cada uno de sus círculos interiores, tienen que tener una misión. La Sociocracia 3.0 prescinde de esta visión y utiliza la palabra Drive (la traducción española es disparador o palanca): se trata del motivo de una persona o grupo para responder a una situación específica.
Por lo demás, son idénticas en cuanto a la toma de decisiones, los círculos y los roles.
John Buck y Jutta Ecksein crearon esta metodología con el objetivo de poder escalar las metodologías ágiles a toda la organización y responder rápido a los cambios. Bossa Nova incorpora las prácticas de Beyond Budgeting (B), Open Space (OS), Sociocracia (S) y Agilismo (A).
SoFA. Sociocracy For All es una organización norteamericana que tiene como misión divulgar la Sociocracia. Tiene una división en castellano: Sociocracia Práctica. En la actualidad, son los más dinámicos organizando formaciones y vídeos basados en la Sociocracia. Ted j Rau y Jerry Koch-Gonzalez, los promotores de SoFA, son autores del mejor libro en este momento sobre Sociocracia: Many Voices, one song.
La última de las ‘Sociocracias de diseño’. Surge para crear una organización sin líderes. Incorpora los elementos principales de la Sociocracia, como la toma de decisiones por consentimiento, los roles o feedback. Pero, tiene en mente las nuevas formas de trabajo en las organizaciones, como los OKR’s. Creada por los italianos Giovanna D’Alessio y Steffano Petti, tiene como principios inspiradores la confianza, responsabilidad, compañerismo y aprendizaje continuo. Consta de 4 elementos: contexto, valores y dominio personal. Toma el modelo de negocio de la Holacracia, es decir, licencias muy caras (bueno, un poco más baratas, en este caso).
En todo caso, todas las derivaciones de la Sociocracia son simplemente herramientas, al igual que el caminante que lleva en su viaje un GPS, unas botas o un bastón. Puede haber GPS’s mejores o peores, pero lo importante es andar por el camino. Pasarse mucho tiempo analizando qué herramienta es mejor es como pasarse mucho tiempo buscando el GPS ideal. Lo único que haremos será convertirnos en expertos en GPS’s, pero habremos andado poco, si es que no nos hemos movido del sitio. Este disclaimer es para remarcar que lo importante es el crecimiento personal de las personas que, implícitamente, conllevan cualquiera de las herramientas expuestas anteriormente. Lo importante es la filosofía de fondo de la Sociocracia. Cualquier modalidad es infinitamente mejor que «lo de antes» en una empresa u organización. Si tu propósito es avanzar hacia esta nueva forma de organización, puedo ayudarte.
La Sociocracia lleva la colaboración en el ADN. Todos los miembros son iguales por estar en un círculo y se tiene en cuenta a todos, al tener que dar su consentimiento. La auto-gestión engendra organizaciones corales. Lo que sucede en ellas no es el dictado de una persona; al pensar todos juntos, brota todo el potencial de la energía colectiva.
Además, son más efectivas. Los integrantes están más comprometidos porque han participado en la
toma de decisiones políticas, que subordinan a una misión mayor que todos ellos. Mientras, para las decisiones operacionales, se mantiene el respeto a las decisiones que da el jefe de operaciones.
La forma de garantizar que la sabiduría está en todos y no solo en unos cuantos es la transparencia. En la Sociocracia, todas las decisiones son transparentes y todos conocen todo lo que ocurre. La información de cada una de las reuniones de cada uno de los círculos es accesible a cualquiera en la organización. Cuanto antes llega el feedback del resto, más podemos aprender. Todo cuanto ocurre gira en torno a una idea principal: el liderazgo está en cualquier parte de la empresa y hay que regarlo para que crezca.
Si la Sociocracia fuera un animal sería, sin duda, el pulpo, que tiene un cerebro en cada una de sus extremidades. En total, nueve cerebros. No necesita esperar a que el principal dicte una orden, cada uno de sus brazos es autónomo. Para el científico australiano Peter Godfrey-Smith son “lo más parecido a una inteligencia extraterrestre que podemos encontrar en la Tierra”.
Como resumen, la Sociocracia es perfecta para las personas que están cansadas de las formas de organización tradicionales basadas en el ordeno y mando, que no dan voz a sus integrantes.
# Es idónea para quienes quieren un nuevo paradigma que aumente la capacidad de colaboración entre los equipos y organizaciones y la gestión participativa.
# Es la solución para quienes buscan metodologías para hacer más horizontales las organizaciones y achantar las jerarquías de poder.
# Es la respuesta para quienes están cansados de la falta de democracia real o quieren otra visión que les permita recuperar poder y acercar la toma de decisiones a sus integrantes.